Dolor epigástrico: causas, síntomas y alivio rápido

El dolor epigástrico es ese malestar que sientes justo debajo de la caja torácica. Aparece cuando algo en tu estómago o intestinos no está bien y puede ir desde una molestia ligera hasta un calambre fuerte. Aquí te explico, sin rodeos, qué lo produce y cómo puedes mitigarlo desde casa.

¿Qué provoca el dolor epigástrico?

Hay varias razones comunes:

  • Gastritis o úlcera: la irritación del revestimiento del estómago causa ardor y sensación de vacío.
  • Reflujo gastroesofágico: el ácido sube al esófago y genera una quemadura que se siente en la parte superior del abdomen.
  • Indigestión por alimentos grasos o picantes: comer demasiado rápido o alimentos muy condimentados sobrecarga la digestión.
  • Estrés y ansiedad: el sistema nervioso afecta la motilidad intestinal y produce dolor sin que haya una lesión real.
  • Infecciones virales o bacterianas: a veces una gastroenteritis ligera se manifiesta como dolor epigástrico.

Si el dolor es persistente, empeora con el tiempo o viene acompañado de vómitos, sangre en las heces o pérdida de peso, lo mejor es consultar a un profesional. En Farmacia Curarya Expertos puedes encontrar información detallada sobre cada una de estas afecciones.

Cómo aliviar el dolor en casa

Aquí tienes pasos prácticos que suelen ayudar:

  1. Come despacio y porciones pequeñas: evita los atracones y mastica bien cada bocado.
  2. Elige alimentos suaves: arroz blanco, puré de patata, plátano y yogur natural son fáciles de digerir.
  3. Bebe agua tibia o infusiones de manzanilla: calman la mucosa gástrica sin irritar.
  4. Evita cafeína, alcohol y tabaco: todos esos estímulos aumentan la producción de ácido.
  5. No te acuestes justo después de comer: espera al menos dos horas para que la digestión avance.
  6. Usa antiácidos de venta libre, como omeprazol o ranitidina, si sospechas reflujo. Sigue siempre las indicaciones del envase.
  7. Controla el estrés: respiración profunda, caminatas cortas o técnicas de relajación reducen la tensión que empeora el dolor.

Si pruebas estas medidas y no ves mejoría en 48‑72 horas, vuelve a revisar los síntomas. En nuestro sitio encontrarás artículos específicos sobre lisinopril, Aricept y otros fármacos que pueden influir en la salud digestiva.

Recuerda que cada cuerpo es diferente. Lo que funciona para uno puede no ser ideal para otro, así que escucha a tu organismo y actúa con prudencia. Con información clara y hábitos saludables, puedes reducir el dolor epigástrico y volver a sentirte bien rápidamente.

mayo 10

La conexión entre el dolor epigástrico y los cálculos biliares

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